García Pimienta denuncia al Sevilla y negocian contrarreloj para evitar un juicio millonario
El Sevilla FC se enfrenta a una nueva tormenta fuera del terreno de juego. Francisco Javier García Pimienta, destituido como entrenador del primer equipo el pasado 13 de abril, ha denunciado al club por despido improcedente y exige una millonaria compensación. Las partes negocian contrarreloj para evitar que el conflicto escale a los tribunales.
El técnico catalán, que firmó una renovación en septiembre de 2024 hasta la temporada 2025/26 con opción a una más, reclama el pago íntegro del contrato, incluyendo el salario del mes de abril, y la totalidad del siguiente curso. En total, se estima que la demanda podría costarle al club una cifra superior al millón de euros.
García Pimienta fue cesado tras una racha de resultados negativos que dejaron al equipo en la parte baja de la tabla, al borde de los puestos de descenso. Sin embargo, su despido no incluyó un acuerdo económico, lo que lo llevó primero al CMAC (Centro de Mediación y Arbitraje) y, tras no llegar a una conciliación, a presentar una demanda formal ante el Juzgado de lo Social.
Desde la directiva del Sevilla, se intenta bajar el tono. Fuentes internas aseguran que existe voluntad de llegar a un acuerdo y que las conversaciones avanzan positivamente. El club argumenta “diferencias de interpretación” sobre los términos del contrato y espera resolver el conflicto con una cifra inferior a la exigida inicialmente.
El fichaje de García Pimienta fue una apuesta del presidente José María del Nido Carrasco, quien había celebrado su renovación como una muestra de estabilidad tras una campaña irregular. No obstante, su salida prematura evidenció una nueva crisis institucional, que se agrava ahora con este proceso judicial.
Mientras tanto, Joaquín Caparrós asumió el mando del equipo y consiguió asegurar la permanencia en Primera División. Sin embargo, el ambiente en Nervión sigue en tensión por este nuevo frente legal que podría tener consecuencias en la planificación deportiva y económica de la próxima temporada.
Este caso podría convertirse en un precedente en LaLiga, donde los despidos suelen resolverse mediante acuerdos discretos. La exposición pública del conflicto y el impacto económico que podría representar, dejan al club andaluz en una situación comprometida.
La resolución podría llegar en cuestión de días. De no alcanzarse un acuerdo, el Sevilla no solo enfrentaría un juicio costoso, sino también una nueva ola de críticas por su gestión interna.
